Thursday, June 04, 2009

Diseño web:
entre procesos ecphrásticos e hypotipósticos

Desde hace muy poco tiempo, hemos podido ver al libro como algo no natural y comenzado a percibirlo como tecnología. Toda lectura y escritura de un texto supone reproducciones en términos de codificación y decodificación de información; por lo que cualquier texto escrito, guarda información, almacena datos a través de un procedimiento técnico e incluye -como práctica tecnológica doble- procedimientos de registro y recuperación, es decir de escritura y lectura (Longinotti).

En contra de esta percepción de la escritura como tecnología, pueden ubicarse un par de planteamientos relevantes. Por un lado, encontramos aquellos que se quedan solo con los efectos negativos de la tecnología y hacen hincapié en la devaluación de la educación y la pobreza intelectual de los textos de lectura; tal como lo menciona el cardenal John Henry Newman al hacer una crítica a la inundación de material impreso en Idea of a University, en donde afirma que las lecturas baratas, accesibles y fáciles, tiranizan al público en tanto que éstas deben leerse sin esfuerzo, sin trabajo o preparación previa, sin fundamento, sin ningún objetivo y lo mas importante, sin supervisión alguna; por lo cual Newman además de estar en contra de la “democratización” del conocimiento, denuncia una mecanización intelectual que deriva necesariamente de la mecanización y producción en serie de la escritura (Newman, 1907).

La segunda forma de resistencia, tiene que ver con aquellos quienes sostienen que la tecnología de la información es incapaz de afectar la cultura –o por lo menos no directamente- y lo hacen al señalar la ausencia de la tecnología como factor determinante en la mayoría de estudios históricos o predictivos que correlacionan fenómenos culturales con factores de otra índole (económicos, políticos, académicos), como si la tecnología fuera meramente reductiva y por lo tanto, terminan negando que ésta forma específica de producto cultural pueda tener algún efecto (Landow, 2009, pág. 76).

Ahora bien, la escritura, la imprenta y los libros son tan tecnológicos como cualquier otra cosa; los libros, después de todo, son máquinas de enseñanza y de comunicación (Landow, 2009, pág. 80). Pero es interesante evaluar esta dimensión de la escritura como tecnología desde otro lugar que no sea solamente por ser objetos o productos de procesos técnicos complejos, es decir, desde los sistemas mismos que de algún modo están presentes en estos objetos y que son los que proponen una relación tecnológica de interacción (Longinotti).

A este respecto, Longinotti trae a colación el trabajo de Walter Ong en donde afirma que la escritura alfabética o alfanumérica es una tecnología y que como tal, necesita ciertas herramientas particulares que hacen posible su codificación y decodificación (estilos, pinceles, plumas, superficies preparadas para su intervención como papeles, pieles, tablas, etc.), pero que no solo es una colección de recursos externos, es además, un conjunto de transformaciones interiores del usuario que realiza las operaciones de registro y recuperación en contacto con el dispositivo (Longinotti).

Podemos dar cuenta de dos elementos importantes en los argumentos de Longinotti y Ong, en primer lugar, la estrecha relación existente entre la colección de recursos externos, herramientas o medios y las características formales del dispositivo mismo (sea este un libro impreso, un hipertexto o una imagen) y de su reproductibilidad. El segundo elemento, tiene que ver con el condicionamiento que llevan a cabo estos medios en las prácticas de registro y recuperación, codificación y decodificación, lectura y escritura.

Comencemos por analizar estos elementos, que evidenciando cambios en las prácticas de registro y recuperación (que por ende cambian los comportamientos de lectura y escritura) construiremos un sólido argumento en contra de la imposibilidad de la tecnología por permear la capa cultural.

Diego Levis, considera la escritura como la primera mediación técnica en el proceso de comunicación verbal, porque es “en principio, representación y prolongación (incompleta) de la palabra hablada”, además permite al mismo tiempo el surgimiento de una nueva memoria externa y fija, un registro del saber humano (Levis, 2009, pág. 57). Por otra parte, la escritura en sus primeras etapas fue un factor determinante para la construcción de la visión del mundo de las civilizaciones de la Antigüedad y se le asociaba directamente con las clases dominantes, relación que perduró hasta bien entrada la Edad Media.

Hace cuatro mil años, los sumerios y los egipcios encontraron formas diferentes para producir textos históricos, religiosos, jurídicos y en menor cantidad académicos y literarios; los primeros, con la escritura cuneiforme y los segundos con la invención del papiro, un producto de manufactura mucho más sofisticada que utilizaba como herramientas el pincel y el tintero, y que además era más práctico y versátil que la arcilla, el marfil, la corteza vegetal o el cuero.

En ese entonces florecieron las escuelas de escribas, porque eran ellos -los altos funcionarios que dominaban el arte de la lectura y la escritura que incluso podían llegar a pertenecer a la clase social mas alta después de la familia real-, los que terminaban siendo depositarios del saber religioso y científico, además de ser responsables de la transmisión del mismo (Panyella, 2005, pág. 22).

En esta cultura del manuscrito daremos cuenta de que tanto las características formales de los manuscritos como las de los procesos de recuperación, se deben precisamente a las limitaciones que suponía el trabajo del escriba. Por ejemplo, en la época de Platón, Virgilio o San Agustín, los textos no tenían espaciado entre palabras, no había mayúsculas ni puntuación, se constituían como una serie ininterrumpida de caracteres alfanuméricos (véase fig1.) que condicionaban directamente los procesos de recuperación ya que requerían una habilidad importante para poderlos dominar fonéticamente porque la lectura en voz alta era la mejor alternativa para su decodificación, haciendo de esta manera, que la lectura de los textos se convirtiera en algo así como una actuación en público (Landow, 2009, pág. 137).

Dadas las características formales de los manuscritos, uno de los trabajos más importantes –además de su escritura y reproducción- era la conservación misma, porque no solamente el tiempo, los insectos y la humedad los deterioraban, cada lectura implicaba una degradación significativa, comparable en una muy menor escala con el libro impreso y en completa oposición al hipertexto.

Los procesos de registro que llevaba a cabo el escriba, suponían la tenencia por su parte, de grandes habilidades receptivas, en tanto que, para producir varias copias simultáneas de un mismo texto, éste se dictaba (oralizaba) para que varios escribas o amanuenses lo copiaran al mismo tiempo. El gran desafío de este sistema, se encontraba al intentar reproducir imágenes que reflejaban datos o información que su autor incluía en la obra y que dadas las características del sistema de reproducción debían verbalizarse u oralizarse para poderse reproducir (Longinotti), lo que implicaba al mismo tiempo, una destreza especial por parte de quien dictaba el original, ésta práctica de descripción de imágenes o mejor, de verbalización de las mismas Mario Carpo la propone como un método ecphrástico.

La ecphrasis, concepto un tanto ambiguo, es considerado frecuentemente como “la descripción de la experiencia de la visión” (Anaya, 2005, pág. 11), una definición sucinta para lograr una aplicación razonable. Tratando de encontrar una definición más precisa, Danilo Albero[1], cita las tres que ofrece Guideon Burton[2] de donde podemos consolidar una sola definición en los siguientes términos: “exponer con detalles, describir detallada y vívidamente un objeto, persona o evento (en este caso particular, una imagen) que incluso puede suponer una narración”. Claramente ésta es la función de quién realiza la “lectura” del “original” en el caso de la reproducción de imágenes en la cultura del manuscrito.

A este respecto, encontramos que las limitaciones que presentaba el sistema de reproducción escribano, condicionaba directamente las características formales de la escritura e incluso su contenido, en tanto que, como bien lo señala Longinotti al citar a Carpo, las imágenes no tenían utilidad científica porque un discurso científico debía ser transmisible y aquellas imágenes no lo eran; “en una cultura que carece de imágenes reproducibles y dadas las limitaciones de la mediación ecphrástica, el discurso teórico tiende inevitablemente a formalizar sus argumentos”.

Como alternativa a este sistema de reproducción ecphrástico, Ptolomeo desarrolla un sistema alfanumérico cuyo propósito era la reproducción de imágenes cartográficas - Carpo lo describe como una maquina generadora de imágenes[3]-. Este sistema de reproducción de imágenes cartográficas implica ciertas habilidades que van más allá del conocimiento de las técnicas de escritura y es tal vez el primer caso en donde se realiza una metacodificación o codificación de la codificación. En primera instancia -la codificación en términos de Ong-, el registro de información verbal mediante la invención alfabética o la máquina alfabeto mencionada por Longinotti y otro al transformar una imagen en un archivo de letras y cifras, de esta forma, además de garantizar una reproducción fiel del original, abre el camino para que podamos entender el funcionamiento de la producción y reproducción de la imagen en el hipertexto, porque a diferencia del sistema ecphrástico en donde se verbaliza la imagen y esta verbalización es la que se transfiere, Ptolomeo propone dos procesos: uno para codificar (las reglas para pasar de la imagen al sistema alfanumérico –textual-) y otro para decodificar (regresar a la imagen a partir de esta metacodificación o metaescritura alfanumérica). Importante señalar en este punto que lo que se “transmite” es éste nuevo código o metaescritura, lo que hace necesaria la inclusión de nuevas practicas y competencias para su recuperación, ya que en este sistema, quién no conozca el método de Ptolomeo simplemente no podrá reconocer o reconstruir la imagen transmitida, notable diferencia que veremos con mas detalle cuando analicemos lo que sucede en el hipertexto.

Una vez descritas las características del sistema de reproducción de manuscritos y evidenciada la relación que Carpo propone con la ecphrasis, podemos poner el sistema de Ptolomeo en esos mismos términos, es decir, considerarlo como un sistema de doble vía, por un lado ecphrástico –al convertir la imagen en texto- y por el otro hypotipóstico –al convertir el texto nuevamente en imagen-[4], y de esta manera compararlo con los procesos de codificación que se llevan a cabo dentro de la producción del diseño web[5].

El diseño web o para la web, a diferencia del diseño gráfico “tradicional”[6] debe tener en cuenta otros aspectos importantes tales como navegabilidad, interactividad, usabilidad, hipertextualidad, multimedialidad, flujos de información y por ende arquitectura de la información[7], por lo cual no puede considerarse únicamente como el diseño de interfaz.

Los proyectos de diseño web han heredado y mutado algunas metodologías del diseño de software clásico -en parte los websites son también aplicaciones de software[8]- separando de esta manera cuatro grandes etapas en el desarrollo de un proyecto de este tipo: Conceptualización, Arquitectura (IA)[9], Diseño de interfaz y Maquetación. Analizaremos ligeramente la segunda y tercera etapa, para entender el proceso en su totalidad, pero haremos un especial énfasis en la Maquetación por sus similitudes con el sistema de reproducción de Ptolomeo.

La arquitectura de información es una disciplina relativamente nueva que nace tras la definición que hace Richard Saul Wurman en 1975, en su libro titulado “Information Architects”[10] pero que Louis Rosenfeld y Peter Morville ampliaron y precisaron de la siguiente forma (2001): “[la arquitectura de la información] clarifica la misión y visión del sitio, equilibrando las necesidades del patrocinador y las necesidades de la audiencia. Determina el contenido y funcionalidad que el sitio va a tener. Especifica cómo los usuarios van a encontrar la información al definir su organización, navegación, etiquetado y sistemas de búsqueda. Mapea cómo el sitio se va a acomodar al cambio y crecimiento en el tiempo“. En palabras de Juan C. Camus,“la Arquitectura de Información es el conjunto de prácticas que entendiendo el objetivo de un sitio web, organiza el contenido en subconjuntos de nombres comprensibles para el usuario final, facilitando las operaciones de búsqueda y uso de la información que contienen”[11] y dentro de los entregables que arroja esta etapa encontramos el sitemap, y los wireframes[12], materia prima indispensable para continuar con el diseño de interfaz (véase la figura 2).

El proceso continua en su etapa mas conocida (diseño de interfaz), teniendo como materia prima los entregables de la etapa anterior (wireframes y sitemap), es aquí en donde los requerimientos funcionales adquieren su carácter visual, se usan y se re-crean metáforas visuales[13] orientadas a posibilitar la interacción del sistema; en términos generales es donde se compone el look and feel del mismo[14] (véase la figura 3) y éste debe hacerse pensando en su forma de producción, es decir, se deben tener en cuenta las limitaciones y posibilidades de su codificación (etapa de Maquetación), porque al igual que las imágenes del manuscrito debían verbalizarse (oralmente) o los mapas de Ptolomeo que debían ser transformados en su sistema alfanumérico –verbalización escrita-, éstas composiciones gráficas digitales deben sufrir el mismo proceso ecphrástico, porque de lo contrario no sería posible su distribución ni funcionamiento en la web[15].

Ahora bien, a lo que nos enfrentamos en este punto, es a la real tarea de la etapa de Maquetación, es decir, a la verbalización (escrita) de una imagen (el entregable de la etapa de diseño de interfaz) y cuyo producto será una pagina hipertextual (véase la figura 4), es decir, una pagina HTML[16] con una serie de estilos gráficos aplicados[17], que al igual que el sistema de Ptolomeo será esta codificación la que se transmitirá para su posterior interpretación por los software de navegación (browsers)[18].

Como mencioné anteriormente, el diseño de interfaz debe realizarse pensando en las limitaciones que este tipo de escritura supone, dentro de las cuales podemos señalar a modo de ejemplo, la orientación del texto, la utilización de fuentes tipográficas de sistema[19] -sobre todo en los cuerpos de texto, ya que en titulares puede ser reemplazada por imágenes sin mayores dificultades-, la imposibilidad de usar word wrap o texto flotante alrededor de formas diferentes a rectángulos, entre otras.

Es claro, hasta el momento, que tanto en el sistema de Ptolomeo como en la Maquetación, son fácilmente identificables los procesos ecphrásticos. En cuanto a los hypotipósticos, aquellos que tienen que ver con el proceso contrario a los ecphrásticos –que en este caso serían de decodificación- encontramos una gran diferencia. Como ya lo expuse, en el sistema de Ptolomeo el lector del mapa debía ser un conocedor de las reglas con las cuales fue escrito para que pudiera realizar el proceso inverso, con el hipertexto el funcionamiento no es el mismo. La gran mayoría de lectores de hipertexto no son letrados en cuanto a maquetación web, difícilmente saben cual es la sintaxis o cómo escribir código HTML, por lo cual necesitan que algo lo interprete y lo presente tal cual como fue diseñado desde un comienzo. Este algo es precisamente el browser y su función la de un interprete[20].

Por último y a manera de conclusión –no con la intención de cerrar el tema, por el contario de abrir algunas otras rutas de profundización- encuentro dos aspectos que se tornan relevantes en este análisis. El primero de ellos tocante al roll del maquetador como un productor y no solamente como escriba (reproductor), en tanto que al verbalizar las imágenes no solo logra reproducir el diseño original sino que también crea una nueva versión de él (véase la figura 5), esto es llamado codificación semántica de HTML y se utiliza cuando no es posible cargar las reglas de presentación (CSS) o los dispositivos –normalmente móviles- no las pueden interpretar.

El otro punto, un tanto más interesante, tiene que ver con la definición de la labor misma del registro de este tipo de escritura, que hasta ahora he referido como una transformación, pero que amerita un mayor nivel de precisión. A este respecto sugiero tres conceptos que pueden dar luz a dicha definición, a saber, transcodificación (Manovich), transliteración (Landow) y traducción (Eco).

Del análisis de estos tres conceptos, dado que en los tres se encuentran puntos de contacto, puede surgir una definición mucho mas concreta, por ejemplo, y solo como abrebocas a esta ruta de profundización propuesta, Manovich define la transcodificación como “traducir a otro formato” (Manovich, 2006) –cosa que necesariamente se cumple en el proceso de maquetación, se cambia de PNG (fireworks) o PSD (photoshop) a HTML-, lo interesante acá es que Manovich –al igual que Longinotti al describir el método ecphrástico- utilice la palabra traducir que al ponerla en el contexto de Umberto Eco, podríamos cuestionar aspectos como las diferencias y ausencias en la reproducción de los textos traducidos, o las equivalencias funcionales que puedan identificarse. Por último, transliteración definido como el proceso de representar los signos de un sistema de escritura con los signos de otro, Landow lo utiliza al referirse a las primeras aplicaciones del hipertexto (Landow, 2009) lo que inmediatamente lo sitúa dentro del contexto analizado.

Vemos pues que además de explicitar a la escritura como tecnología de transmisión de conocimiento, exponer los métodos y procesos llevados a cabo en la era del manuscrito y relacionarlos con las prácticas actuales del diseño web, se intentó poner en evidencia algunos puntos interesantes para continuar la investigación critica sobre estas prácticas técnicas y poco exploradas a la luz de la teoría crítica.



[1] Albero, Danilo, La écfrasis como una de las múltiples posibilidades de la mímesi en http://www.boletindeestetica.com.ar/investigacion/posgrado/Albero.pdf

[2] Ekphrasis: 1) Vivid description; using details to place an object, person, or event before the listeners' eyes (=hypotyposis or evidentia). See also enargia. 2) The Greek term for the progymnasmata exercise, description. 3) Ecphrasis has another more restricted definition: the literary description of a work of art. Philostratus Lemnius helped to fix this more restricted sense of this term in the second century in his Imagines. http://humanities.byu.edu/rhetoric/Figures/E/ecphrasis.htm

[3] Carpo en Longinotti

[4] Hipotipósis, etimológicamente apunta al proceso de conformación de las imágenes con palabras, recorre el camino inverso a la ecphrasis (Noguerol), Roman de la Calle también define este mismo concepto como el tránsito del texto a la imagen (De la calle, 2005).

[5] El diseño web comúnmente es entendido como un conjunto de prácticas proyectuales orientadas a la planificación, diseño y producción de sistemas de información que funcionan sobre una red, sea esta pública, semi-pública o privada (internet, extranet o intranet).

[6] llamaré tradicional a todo diseño gráfico cuyo producto final no se produzca para su funcionamiento en nuevos medios o no contemple la posibilidad de cambiar en función de la interacción de un usuario.

[7] http://es.wikipedia.org/wiki/Dise%C3%B1o_web

[8] Todo website tiene dos grandes capas, front-end y back-end, el primero mucho mas cercano al diseño visual y el segundo al procesamiento y sistematización de datos.

[9] IA por las iniciales en inglés de Information Architecture, algunos autores llaman a esta etapa Prototyping.

[10] la persona que organiza los patrones inherentes a la información, haciendo entendible lo complejo” o también, que es “una persona que crea un mapa de información que permite a otros encontrar su vía personal hacia el conocimiento”.

[11] Usando.info: blog dedicado a usabilidad, Arquitectura de Información y Contenidos Digitales http://www.usando.info/main_file.php/us_uw/8485/

[12] Un wireframe es una representación esquemática de una página web. Esto significa que muestra todos los elementos que deben incluirse en una página en particular, pero sin definir el look and feel. Simplemente muestra las funcionalidades, contenido y links que deben aparecer en una pagina para que los diseñadores de interface puedan hacer un mock up (también llamado “comp” – visual composition) y los programadores entiendan como funciona la pagina y que se supone que ocurre allí.- http://www.usability.gov/design/define.html-.

[13] Carlos Scolari en Hacer clic. Hacia una sociosemiótica de las interacciones digitales. (2004). Trata en detalle la interface y sus metáforas.

[14] Es importante señalar que aunque la usabilidad (otro concepto crucial en el diseño web) normalmente se relaciona solo con esta etapa de diseño es un tema transversal a todas las demás, una interfaz usable es condición necesaria pero no suficiente para un sistema usable.

[15] “La web”, entendida como un termino coloquial para hacer referencia a internet –pero no como sinónimo-, basa su funcionamiento en el protocolo de comunicación HTTP (HyperText Transfer Protocol) de donde se infiere que lo que transfiere son documentos de Hipertexto, éstos a su vez están enlazados entre si por links y pueden contener diferentes tipos de contenido en formatos binarios y textuales. Los binarios son aquellos precompilados o creados directamente por algún proceso interno de un software especifico, en donde hay porciones de datos representadas por valores numéricos, apuntadores y datos comprimidos (http://www.w3.org/TR/webarch/), algunos ejemplos podrían ser: imágenes(ej: PNG, JPG, GIF, etc), animaciones y videos (ej: SWF, MOV, etc), sonidos (ej: MP3, WAV, MIDI, etc) y también documentos que normalmente reconocemos como de texto pero cuyo formato es binario (ej: DOC, PDF). En cuanto a los textuales, son aquellos que –haciendo una definición muy sencilla- su contenido es alfanumérico (como el de Ptolomeo) y se pueden abrir sin ningún problema con el bloc de notas o su equivalente (notepad, text editor, etc), algunos ejemplos podrían ser: HTML (HyperText Markup Language - por obvias razones), XML, TXT, etc.

Ahora bien, dadas las características de esta monografía no profundizaré en las razones por las cuales no es viable, aunque si tecnológicamente posible, la creación de un website a partir de solamente imágenes puestas sobre una estructura básica de HTML (lo que haría innecesaria la etapa de Maquetación), pero señalaré que dichos argumentos pasan por la naturaleza misma del medio (hipertextualidad, usabilidad, fragmentación, etc). Para una descripción detallada de los problemas de usabilidad que esto generaría, véase el trabajo llevado a cabo por la W3C > Web Accesibility Iniciative en:

http://www.w3.org/WAI/eval/Overview.html

[16] Acá es necesaria una acotación conceptual de los términos HTML e Hipertexto, porque aunque muy cercanos no pueden considerarse como sinónimos. Hipertexto, en palabras de Landow se refiere a un texto compuesto por bloques de palabras –para Barthes lexías- electrónicamente unidos mediante múltiples trayectos, cadenas o recorridos en una textualidad abierta, eternamente inacabada y descrita con términos como enlace, nodo, red, trama y trayecto (Landow, 2009, págs. 24,25). Por otra parte el HTML es un lenguaje de markup que permite la creación del hipertexto, es decir, todo HTML es un hipertexto, pero no todos los hipertextos son HTML.

[17] La escritura del hipertexto tiene como otra de sus cualidades la separación de presentación y contenido, en los archivos HTML se encuentra el contenido y en otros llamados CSS las reglas de su presentación.

[18] Las características particulares de esta escritura, su sintaxis, las prácticas específicas y su incidencia en la visualización de la imagen en internet espero poder abordarlas detalladamente en una versión ampliada de este texto.

[19] Las fuentes de sistemas son aquellas familias tipográficas que están disponibles en todos los sistemas operativos. Algunas de estas tipografías están en mayor porcentaje en diferentes plataformas pero hay ciertas familias que llegan hasta un 98% de presencia en todos los sistemas operativos. El uso de estas fuentes asegura -en parte- que el diseño se interprete de la misma manera en todas las plataformas y se evitará que el navegador (browser) las tenga que reemplazar por otras y que el diseño se rompa o no se vea como el original.

[20] He resaltado el término interpretar al hacer alusión al proceso mediante el cual el software pinta los elementos escritos en las páginas HTML. No es una casualidad que este tipo de lenguajes se les llame lenguajes interpretados –o script-, precisamente por la necesidad de un interprete a diferencia de los lenguajes compilados que se crean por medio de un programa informático cuyo resultado será un archivo en código máquina. Las implicaciones de la doble mediación (imagen > interficie/browser > usuario) en la visibilidad de la imagen en internet las analizo mas profundamente en: http://acidmorph.blogspot.com/2008/11/internet-image-visibility-relative.html


Bibiografía

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